Personas trabajadoras del hogar

Domestic worker Anna Nkobele at work in Johannesburg

Trabajadorxs del hogar y COVID-19


Trabajadorxs esenciales pero vulnerables 

Los 76,5 millones de trabajadorxs del hogar de todo el mundo representan el 2,3% del total del empleo mundial (OIT 2021). Prestan servicios esenciales a los hogares y, sin embargo, la mayoría trabaja en situaciones de vulnerabilidad.

Lxs trabajadorxs del hogar prestan una variedad de servicios en hogares particulares: barren y limpian; lavan la ropa y los platos; hacen las compras y cocinan; cuidan de lxs niñxs, lxs adultxs mayores y lxs discapacitadxs; brindan servicios de jardinería, conducción y seguridad. Vea también la publicación de WIEGO Tipología de trabajadorxs del hogar.

Son muchos los factores que llevan a las mujeres a dedicarse al trabajo del hogar. Las que provienen de hogares pobres o comunidades desfavorecidas suelen tener pocas oportunidades de empleo y pueden sufrir discriminación por motivos de género, casta o clase, raza o etnia. Limpiar, cocinar y cuidar de niñxs y adultxs mayores se consideran casi universalmente tareas de mujeres, por lo que los hombres rara vez compiten en este mercado laboral.

La demanda de servicios del hogar está creciendo en todo el mundo debido al aumento de mujeres que trabajan fuera del hogar, el envejecimiento de la población y la creciente necesidad de cuidados prolongados y la pérdida de apoyo de la familia extendida.

Domestic Workers in Santo Domingo, Nov, 2019.
Trabajadoras del hogar en Santo Domingo, República Dominicana, noviembre de 2019. Crédito: Sofia Treviño.

Panorama estadístico

Los datos de esta sección también se registran en OIT, 2021, Hacer del trabajo doméstico un trabajo decente y en Las trabajadoras del hogar en el mundo: un perfil estadístico, Nota estadística de WIEGO n.º 31, 2022 (de próxima publicación).

Lxs trabajadorxs del hogar se clasifican en una o varias categorías específicas en las encuestas de población activa. Sin embargo, en la práctica, quienes trabajan para varios hogares o como cuidadorxs infantiles o trabajadorxs de cuidado personal, o que son contratadas por o a través de agencias de servicios, a menudo no son consideradxs trabajadorxs del hogar. En la 20ª Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo de 2018, se adoptó la siguiente definición estadística para trabajadorxs del hogar: "personas de uno u otro sexo ocupadas por beneficios o a cambio de remuneración, incluida la remuneración en especie, que realizan tareas en o para uno o varios hogares para proveer servicios principalmente para el consumo del hogar. El trabajo puede realizarse en el recinto del hogar o en otros lugares" (OIT 2018b, párrafo 104). Esta definición es un paso importante para mejorar la valoración de lxs trabajadorxs del hogar.

La OIT (2021) estima que hay 76,5 millones de trabajadorxs del hogar de 15 años o más en todo el mundo y que el 76% son mujeres. El 29% de las mujeres y el 23% de los hombres trabajadorxs del hogar viven en las instalaciones de sus empleadorxs. La mayoría de lxs trabajadorxs del hogar son contratadxs directamente por un hogar, mientras que algo más de una cuarta parte lo son indirectamente a través de, o por, una agencia de servicios. Otrxs trabajan a tiempo parcial y muchxs tienen múltiples empleadorxs.

Más de la mitad (55%) de lxs trabajadorxs del hogar del mundo se encuentran en dos regiones. Asia oriental y sudoriental tiene la mayor proporción, con un 36%, seguida de América Latina y el Caribe, con un 19%.

A nivel mundial, el 81% de lxs trabajadorxs del hogar trabajan de manera informal y no tienen acceso efectivo a la protección social o laboral. Sin embargo, en Chile, con una ley laboral que regula el trabajo en hogares particulares, las tasas de informalidad entre lxs trabajadorxs del hogar son mucho más bajas: 29% para lxs trabajadorxs del hogar en la Región Metropolitana de Santiago, 41% en Chile urbano y 48% en Chile a nivel nacional (Nota estadística de WIEGO n.º 30, 2022 (de próxima publicación).

La proporción de mujeres entre lxs trabajadorxs del hogar es mayor que la de los hombres: en los países en desarrollo y emergentes, el 79% son mujeres frente al 21% de hombres; y en los países desarrollados, el 64% son mujeres y el 36% hombres.

A nivel mundial, el trabajo del hogar representa el 4% del empleo de las mujeres y el 1% del de los hombres. En los países desarrollados de Oriente Medio, casi la mitad de las mujeres empleadas son trabajadoras del hogar, en comparación con el 15% de los hombres empleados.

En todos los países, la inmensa mayoría de las mujeres trabajadoras del hogar (alrededor del 80%) son limpiadoras y ayudantes. Los hombres trabajadores del hogar se dedican a una gama más amplia de tipos de trabajo: alrededor de un tercio son guardias de seguridad, jardineros y trabajadores de mantenimiento de edificios; alrededor de una cuarta parte son limpiadores y ayudantes y algo menos de una cuarta parte son conductores. En todos los países, alrededor del 7% de las mujeres trabajadoras del hogar y el 1% de los hombres trabajadores del hogar se dedican al cuidado directo.

Trabajadorxs del hogar migrantes

Las Estimaciones mundiales de la OIT sobre lxs trabajadorxs migrantes (2015) informan de que unx de cada seis (17%) de lxs 67 millones de trabajadorxs del hogar es trabajadorx migrante internacional. El informe señala que el envejecimiento demográfico, particularmente en los países europeos y norteamericanos, ha provocado un aumento de la necesidad de trabajadorxs del hogar para cuidar a las personas mayores.

Además, la pobreza rural ha aumentado en muchos países. Las mujeres jóvenes, en particular, emigran de las zonas rurales a las ciudades o de los países de menores ingresos a los de ingresos más altos en busca de empleo.

Lxs trabajadorxs del hogar migrantes suelen vivir en la casa de lxs empleadorxs, enfrentándose a los desafíos de la dependencia tanto personal como económica. Aunque varían según la región, lxs trabajadorxs también se enfrentan a otros desafíos como abusos en el sistema de contratación, comisiones excesivas por adelantado y retención de salarios y pasaportes por parte de lxs empleadorxs; abusos verbales, físicos y acoso sexual a manos de empleadorxs o funcionarixs estatales. Se han documentado casos graves de violencia, incluso de asesinatos. Lxs trabajadorxs del hogar víctimas de la trata experimentan condiciones cercanas a la esclavitud, y lxs reclutadorxs a menudo retienen sus pasaportes. Para proteger a lxs trabajadorxs del hogar migrantes, se necesitan leyes y reglamentos a nivel internacional en los países de origen y de destino.

La OIT 2021 proporciona datos sobre la proporción de migrantes internacionales entre lxs trabajadorxs del hogar (valores iniciales de la base de datos de 2013):

  • En los Estados Árabes, el 83% de lxs trabajadorxs del hogar son migrantes.
  • En Europa y Asia Central, lxs migrantes son el 55% de lxs trabajadorxs del hogar en el norte, sur y oeste de Europa; el 31% en Asia Central y Occidental y el 25% en Europa del Este.
  • En América del Norte, lxs migrantes representan el 71% de lxs trabajadorxs del hogar.
  • En la mayoría de las subregiones de Asia, una baja proporción de trabajadorxs del hogar son migrantes internacionales; la excepción es el sudeste de Asia y el Pacífico, donde una cuarta parte de lxs trabajadorxs del hogar son migrantes.

Lea Atención transfronteriza: Cómo proteger a lxs migrantes en el trabajo doméstico (publicado por Apolitical, julio de 2018). 

Trabajo infantil y trabajo doméstico

La OIT estima que, a nivel mundial, hasta 7,1 millones de niñxs menores de 17 años trabajan en hogares particulares, especialmente en los países en desarrollo. Están especialmente ocultxs y se encuentran entre lxs más difíciles de encuestar (OIT y WIEGO 2013). Las condiciones de empleo informales en las que trabajan estxs niñxs hace que queden excluidxs de la protección laboral y social. Su lugar de trabajo aislado les dificulta el intercambio con otrxs niñxs o la búsqueda de ayuda en caso de que surjan problemas.

Para obtener información sobre el trabajo infantil y el trabajo del hogar, visite el sitio web de la Federación Internacional de Trabajadores del Hogar.


Condiciones de trabajo

En comparación con la mayoría de lxs demás trabajadorxs asalariadxs, lxs trabajadorxs del hogar tienden a tener salarios más bajos, menos beneficios y menos protecciones legales o sociales. Muy pocxs trabajadorxs del hogar tienen contratos laborales. Por lo general no tienen licencia por maternidad, ni atención sanitaria, ni provisión de pensiones.

Domestic worker Lucy Mokhahle working at the house of her employer Rose Hamilton. August 18, 2015 in Johannesburg, South Africa. Credit: Jonathan Torgovnik/Getty Images Reportage.
La trabajadora doméstica Lucy Mokhahle trabaja en la casa de su empleadora Rose Hamilton. 18 de agosto de 2015 en Johannesburgo, Sudáfrica. Crédito: Jonathan Torgovnik/Getty Images Reportage.

En muchos países están completamente excluidxs de la legislación laboral y de la protección de la seguridad social, o se aplican estándares inferiores. En Asia-Pacífico, la mayoría de lxs trabajadorxs del hogar (61,5%) están totalmente excluidxs de la cobertura de las leyes laborales nacionales, mientras que el 84,3% permanece en condiciones de empleo informal. Incluso cuando las leyes de protección existen en los estatutos, lxs empleadorxs las ignoran con frecuencia y las autoridades no las hacen cumplir.

La mayor parte del trabajo del hogar es informal: se realiza al margen de las normas laborales y las protecciones sociales.

Varias características comunes del trabajo del hogar lo diferencian de otros tipos de trabajo remunerado:

Aisladxs en domicilios particulares

Debido a que lxs trabajadorxs del hogar trabajan en domicilios particulares, son invisibles como trabajadorxs y están aisladxs de lxs demás en el sector. En particular, lxs trabajadorxs del hogar residentes son económica y personalmente dependientes y, por lo tanto, trabajan en función de la buena o mala voluntad de sus empleadorxs. Los hogares particulares pueden ser "refugios seguros", sin embargo, es cada vez más evidente que lxs trabajadorxs del hogar están expuestas a una serie de condiciones de trabajo insalubres y peligrosas.

Lxs trabajadorxs del hogar suelen tener un conocimiento personal e íntimo de sus empleadorxs, pero la relación es muy desigual, lo que hace que muchxs de ellxs estén expuestxs al abuso verbal, físico o sexual. A menudo, las diferencias de raza, clase y ciudadanía aumentan esta desigualdad.

Por último, la percepción generalizada de que las normas laborales no se pueden aplicar en hogares particulares se traduce en que muchxs empleadorxs no las cumplen y tampoco el gobierno hace cumplir las leyes laborales relativas a salarios, beneficios y condiciones de trabajo (vea Leyes y políticas que regulan el trabajo doméstico, más adelante).

Abuso, acoso y violencia

Según la Federación Internacional de Trabajadores del Hogar, algunxs trabajadorxs se enfrentan a múltiples formas de violencia: abuso físico, intimidación, amenazas, hostigamiento, agresión sexual, acoso, alimentación de mala calidad y falta de privacidad. Se han documentado casos graves de violencia e incluso asesinatos.

Ciertas categorías de trabajadorxs del hogar se enfrentan a mayores perjuicios. Lxs trabajadorxs del hogar residentes están más aisladxs, tienen menos privacidad y una movilidad más limitada, trabajan más horas y reciben una mayor proporción de los pagos en especie (como comidas y alojamiento). Las condiciones de vida suelen ser malas. También son más vulnerables a los abusos físicos y sexuales por parte de lxs empleadorxs en comparación con lxs trabajadorxs del hogar no residentes.

El Convenio 189 de la OIT "Convenio sobre lxs trabajadorxs del hogar" fue el primer Convenio de la OIT que estipuló la necesidad de los gobiernos de garantizar la protección contra todas las formas de abuso, acoso y violencia (artículo 5). En 2018 y 2019, una delegación de trabajadorxs del hogar participó en las negociaciones de la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) sobre violencia y acoso en el mundo del trabajo; contribuyeron a generar un Convenio de la OIT (C190) sobre la Eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo. En este convenio, el trabajo del hogar se incluye en una lista de ocupaciones en las que la exposición a la violencia y el acoso puede ser más probable y, por lo tanto, requiere una atención específica de los gobiernos en cuanto a medidas de protección y prevención (artículo 9).  

En este podcast de WIEGO, Adriana Paz, coordinadora regional para América Latina de la Federación Internacional de Trabajadores del Hogar (FITH), aborda los problemas más graves.

 

Ingresos/salarios

Los datos sobre salarios en el trabajo del hogar están disponibles en la base de datos de la Oficina de Estadística de la OIT solo para unos pocos países. Los datos muestran que lxs trabajadorxs del hogar reciben salarios sustancialmente más bajos en comparación con otrxs empleadxs. En general, ganan menos de la mitad del salario promedio y, a veces, no llegan al 20% del salario medio. Lxs trabajadorxs del hogar suelen estar excluidxs de la protección del salario mínimo. Se estima que 21,5 millones de trabajadorxs del hogar no tienen protección por las leyes de salario mínimo en el país en el que trabajan. Quienes sí la tienen, a menudo perciben un salario mínimo inferior al de otrxs trabajadorxs.

Agencias 

En algunos casos, lxs trabajadorxs del hogar son contratadxs por agencias de terceros. La agencia puede considerar que su papel se limita a negociar la contratación, no a supervisar las condiciones de trabajo. Muchas veces, las agencias actúan de facto como empleadoras, pero no aceptan las obligaciones que eso conlleva, es decir, el respeto de los derechos laborales, incluida la protección social.

Cada vez más, las agencias operan a través de plataformas de Internet, en particular para los servicios de limpieza. Generalmente, lxs trabajadorxs del hogar solo pueden acceder a esas plataformas si se registran como trabajadorxs independientes. En 2018, el Sindicato danés 3F negoció el primer convenio colectivo con una empresa de plataformas, Hilfr, en el que se establece que el estatus de lxs trabajadorxs del hogar independientes cambia automáticamente a empleadxs después de 100 horas de trabajo como tales. Desafortunadamente, el convenio colectivo está siendo impugnado por la Autoridad de Competencia y Consumo de Dinamarca.

Las agencias juegan un papel crucial en la conexión de lxs trabajadorxs del hogar cuando buscan empleo en países extranjeros. Estas agencias están a veces vinculadas a actividades delictivas y cobran mucho dinero a lxs trabajadorxs, prometiéndoles servicios que nunca se cumplen. El artículo 15 del Convenio 189 de la OIT sobre lxs trabajadorxs del hogar establece claramente las condiciones y normas que deben existir para respetar sus derechos.

Historias de trabajadorxs de WIEGO


Leyes y políticas que regulan el trabajo del hogar

Desafíos regulatorios 

Muchxs trabajadorxs del hogar no saben qué beneficios y protecciones deberían obtener a cambio de los impuestos pagados y las contribuciones realizadas. Lxs trabajadorxs migrantes enfrentan desafíos particulares que lxs colocan en posiciones con poca protección legal, especialmente si no tienen documentos o fueron víctimas de trata.

Para obtener más información sobre los desafíos legales y políticos de lxs trabajadorxs del hogar, consulte Lxs trabajadorxs del hogar y la ley.

Trabajo decente para lxs trabajadorxs del hogar: El Convenio de la OIT 

En 1948, la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) reconoció la necesidad de un instrumento internacional especial para lxs trabajadorxs del hogar. Sin embargo, durante décadas no se estableció ningún convenio o recomendación de este tipo.

Esto empezó a cambiar en 2007, cuando lxs trabajadorxs del hogar y las organizaciones de apoyo de todo el mundo se reunieron por primera vez en Ámsterdam. Un esfuerzo global coordinado llevó a la adopción del Convenio sobre lxs trabajadorxs del hogar (C189) y la Recomendación que lo acompaña en la 100ª Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) en Ginebra en junio de 2011.

La OIT hace un seguimiento del número de países que han ratificado el C189.

Para obtener más información sobre el recorrido hasta llegar a este momento histórico, y los esfuerzos continuos para garantizar los derechos de lxs trabajadorxs del hogar en todo el mundo, lea la Campaña por un Convenio de Trabajadorxs del Hogar y “¡Sí, lo hicimos!”, un informe de cómo se logró el histórico Convenio. En 2021, diez años después de la adopción del C189, WIEGO y la FITH reflexionaron acerca de las victorias y los desafíos aún pendientes.

Encuentre aquí la caja de herramientas de WIEGO y la FITH sobre el Convenio C189 de la OIT para lxs trabajadorxs del hogar.

Hacer frente a los desafíos 

El trabajo del hogar ha empezado a recibir la atención que merece. Varios países han ratificado el Convenio 189 de la OIT y algunos (sin ratificarlo) han introducido nuevas leyes, políticas o esquemas para proteger a lxs trabajadorxs del hogar y regular el sector. Entre ellos se incluyen:

  • El derecho a organizarse, la protección de la Ordenanza de Empleo, y contratos con las normativas mínimas exigidas por el Departamento de Inmigración de Hong Kong.
  • Una Carta Magna para lxs trabajadorxs de hogar en Filipinas.
  • Un sistema estatal de "ticket de servicio" subvencionado con negociación colectiva en Francia, Bélgica y parte de Suiza.
  • Una Ley de Condiciones Básicas de Empleo, 1997, con un mandato vinculante para proteger a lxs trabajadorxs del hogar en Sudáfrica (Bonner 2010).
  • Una política para trabajadorxs del hogar en Ghana, introducida en 2012, para supervisar los contratos y las condiciones de trabajo.
  • Desde julio de 2021, diez estados federales de EE. UU. aprobaron proyectos de ley de derechos para las trabajadorxs del hogar: Nueva York, Illinois, Oregón, California, Nevada, Connecticut, Massachusetts, Hawái, Nuevo México y Virginia. Además, las ciudades de Seattle y Filadelfia aprobaron su propia carta de derechos. La Alianza nacional de trabajadorxs del hogar está presionando para que se reconozca y proteja a lxs trabajadorxs del hogar a nivel federal.

Algunos países, como Irlanda y Uruguay, también aprobaron leyes que exigen la inspección de los hogares particulares (OIT 2010).


Organización y voz 

La mayoría de lxs trabajadorxs del hogar no están organizadxs en sindicatos y no tienen voz representativa. Sin embargo, a pesar de los múltiples desafíos, estxs trabajadorxs tienen una larga historia de organización, en particular en América Latina. Aun así, en algunos países no se les permite organizarse ni afiliarse a sindicatos. Incluso cuando tienen el derecho legal de hacerlo, no les resulta fácil porque su aislamiento y vulnerabilidad. La naturaleza de la relación trabajadorxs-empleadorxs y la falta de una contraparte (organización de empleadorxs) dificulta la negociación de convenios colectivos con sus empleadorxs.

El movimiento global hacia un Convenio de la OIT para lxs trabajadorxs del hogar y las campañas de ratificación del C189 proporcionaron una herramienta a las organizaciones de estxs trabajadorxs, para que puedan organizarse y desarrollar acciones que mejoren sus condiciones de trabajo y de vida en todos los niveles. En 2013, la Red Internacional de Trabajadores del Hogar se transformó en la primera organización sindical mundial dirigida por mujeres: la Federación Internacional de Trabajadores del Hogar (FITH).

La FITH es una organización global de base de miembros de trabajadorxs del hogar que tiene como objetivo proteger y promover los derechos de estas trabajadorxs en todo el mundo. Desde noviembre de 2021, la FITH cuenta con 82 afiliadxs de 64 países, que representan a más de 590 000 trabajadorxs del hogar. Están organizadxs en sindicatos, asociaciones, redes y cooperativas de trabajadorxs.

Lea más sobre el trabajo de WIEGO para la organización de lxs trabajadorxs del hogar en el libro de 2012 The Only School We Have: Learning from Organizing Experiences Across the Informal Economy [La única escuela que tenemos: Aprender de las experiencias de organización en la economía informal] (páginas 28-41).


Especialistas de WIEGO en trabajo del hogar

Karin Pape
Directora adjunta, Programa de Protección Social

Pamhidzai H. Bamu
Coordinadora de África, Programa de Derecho

Vanessa Pillay
Coordinadora del Programa de Organización y Representación para África

Sofía Trevino
Directora de Apoyo a los Programas, Global Networks


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Foto superior: Anna Nkobele, trabajadora del hogar en Johannesburgo (crédito: Jonathan Torgovnik, Getty Images Reportage)
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