WIEGO lamenta la pérdida de Guillermo Pérez

Guillermo Pérez Herrera

La comunidad que anida para el trabajo de WIEGO en Perú - que incluye miembros del equipo de WIEGO, socios, dirigentes y miembros de asociaciones de trabajadores, sindicatos, federaciones, colegas y amigos - , comparte con el corazón lleno de pesar, la noticia de que nuestro único Guillermo Pérez ha partido de nuestro lado.

Guillermo Pérez Herrera and team

Es extremadamente difícil decirle adiós, y aún más difícil, imaginar nuestro trabajo sin él. Guillermo es un ser único e irremplazable. Era un investigador infatigable y un analista de todas las realidades. Una mente creativa. Un compañero conectado y sensible a las luchas de los trabajadores. El facilitador más lleno de energía, que podía hacer que la persona más seria se ponga de pie y baile. Un libro abierto, y un amigo generoso para todos. 

Por más de 20 años, pudo trasladar su conocimiento del mundo sindical, al movimiento de los trabajadores de empleo informal. Pudo hacer que los trabajadores de todos los sectores y caminos reconocieran su propio valor, como el segmento más importante del empleo en Perú. En cualquier evento, escucharías su voz de tenor preguntar: “¿Quiénes somos?” Y la audiencia respondería “¡Trabajadores!” Para preguntar de nuevo “¿Quiénes somos?” “¡La mayoría del empleo en Perú!”

Guillermo fue un motor del trabajo de WIEGO en Perú, nuestro mentor, profesor y socio. No solo era miembro individual de WIEGO, sino que era fan de WIEGO mundialmente, creía en nuestro trabajo. El postearía en facebook noticias sobre el trabajo de WIEGO en el mundo antes de que el equipo WIEGO en Lima lo hiciera. Enseñó a los trabajadores y a nosotras la importancia de ser buenos comunicadores.

Las palabras no son suficientes para expresar nuestra profunda gratitud por cada momento y tarea compartida con esta alma llena de alegría, lleno de anécdotas que te podían hacer explotar de risa en medio de una reunión seria.

Guillermo inspiraba respeto por su físico alto y grande y su rostro fuerte, aunque su corazón era suave como un dulce. Guillermo, nos enseñaste tanto, nos diste tantos ánimos, y nos valoraste tanto. Gracias, gracias, gracias. Seguiremos trabajando, analizando el contexto entero de una situación como siempre nos indicabas a hacer, a pensar con la cabeza y no con el hígado, a pensar antes de actuar. Continuaremos con tu legado.

Sabemos que todo lo que viene para ti es bueno, y que seguirás brillando y tomando el liderazgo como siempre hiciste.

¡Hasta nuestro próximo encuentro!

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