En el mundo, muchxs trabajadorxs en empleo informal pertenecen a colectivos que les permiten fortalecer sus medios de subsistencia y su dignidad como trabajadorxs.

Se organizan en torno a los principios de cooperación, solidaridad y gestión y gobernanza democráticas, y han encontrado en la economía social y solidaria (ESS) una herramienta para mejorar sus ingresos, su capacidad productiva y sus condiciones de trabajo, entre otros aspectos.

La ESS abarca cooperativas y otras asociaciones y organizaciones dedicadas a actividades económicas, sociales y ambientales que tienen como objetivo principal el bienestar de sus miembros y su comunidad, y no la obtención de ganancias.

Lxs trabajadorxs en empleo informal casi siempre han tenido salarios más bajos y menos protecciones que quienes trabajan en empleo formal. Por lo general, no tienen acceso a créditos o a recursos financieros y, por definición, están excluidxs de las leyes o, al menos en la práctica, de las protecciones legales y sociales.

Es un gran desafío romper esas barreras de manera individual, pero mediante la coordinación y el intercambio de recursos e información, lxs trabajadorxs como colectivo están abriendo caminos que no podrían abrir de otra manera.

Este año, proclamado Año Internacional de las Cooperativas por las Naciones Unidas, WIEGO presentará las distintas formas en que las cooperativas y las organizaciones de la ESS apoyan a lxs trabajadorxs en empleo informal. Con base en la experiencia de la Asociación de Mujeres Autoempleadas (SEWA) en India, de la Unión de Trabajadoras y Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) en Argentina, y de la Federación de Organizaciones de Trabajadorxs en Empleo Informal de Nigeria (FIWON), el primer artículo de esta serie en nuestro blog muestra cómo las cooperativas mejoran la capacidad económica y productiva de lxs trabajadorxs. Esto es el resultado de reducir gastos operativos, ayudar a lxs trabajadorxs a obtener mejores precios y crear programas de ahorro y otros servicios financieros.

En India, el Banco SEWA busca fortalecer la autonomía de sus miembros

Fundado en 1972 en Ahmedabad, SEWA es un sindicato nacional de más de 3,2 millones de trabajadoras en empleo informal que se ganan la vida a través de su propio trabajo o pequeña empresa. Sus miembros enfrentan las dificultades económicas del empleo informal, que se acentúan por factores como el sistema de castas en India o el rol que se asigna socialmente a las mujeres.

En India, la mayor parte de las trabajadoras en empleo informal no puede invertir para mejorar sus procesos de producción porque los bancos tradicionales no conceden préstamos a las mujeres consideradas pobres. Dada esta situación, SEWA inauguró un banco cooperativo en 1974 para cubrir las necesidades de sus miembros. Así es como SEWA ha consolidado este camino hacia la autonomía.

Los servicios que brinda el Banco SEWA incluyen planes y cajas de ahorro, y préstamos estructurados con condiciones de pago apropiadas para trabajadoras en empleo informal. El banco agregó recientemente programas que les permiten ahorrar para su jubilación.

En Argentina, las cooperativas crean polos de producción textil que aumentan los ingresos

En el sector textil de Argentina, la Unión de Trabajadoras y Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) puso en marcha una serie de cooperativas lo que ha ido transformando la producción de manera gradual.

La UTEP surgió del Movimiento de Trabajadorxs Excluidxs (MTE) donde se organizaban las personas que estaban fuera del mercado formal de trabajo. El movimiento comenzó hace más de dos décadas durante una crisis económica que dejó sin empleo a una de cada cinco personas de la fuerza de trabajo en Argentina.

Al comienzo, la producción textil se realizaba en los hogares de lxs trabajadorxs en empleo informal y, con el tiempo, se fue trasladando a los espacios que alquilaban las cooperativas para armar polos de producción. Los costos operativos se redujeron drásticamente cuando lxs trabajadorxs y las unidades de producción a pequeña escala comenzaron a trabajar de manera conjunta en estos polos y a compartir la maquinaria, otros equipos y los gastos. Las cooperativas facilitan compras de materia prima al por mayor, lo que también redujo los costos para sus miembros.

El mayor impacto que ha tenido el trabajo de las cooperativas ha sido incrementar el poder de negociación de lxs trabajadorxs textiles. A través de la producción colectiva y la venta directa a lxs compradorxs, las cooperativas negocian mejores precios e ingresos más altos para sus miembros que cuando vendían a título individual.

Una cooperativa en Nigeria ofrece a sus miembros planes de ahorro y préstamos

El programa cooperativo multipropósito de FIWON es una iniciativa de la Federación de Organizaciones de Trabajadorxs en Empleo Informal de Nigeria, un sindicato de asociaciones de comercio informal que se fundó en 2010 y tiene aproximadamente 25 000 miembros en todo el país.

La FIWON facilita el acceso a un seguro, y también ofrece a sus miembros planes de ahorro y préstamos, entre otros programas. Tiene sucursales en Lagos y en Osun.

Hay un sistema solidario de ahorro y de créditos que permite a sus miembros cierta flexibilidad con los pagos y, al mismo tiempo, fomenta el uso responsable de los recursos.

Si bien existen muchos modelos de sistema solidario de ahorro y de créditos, lo que más se recomienda es que se solicite un monto mínimo de ahorros (que se pague mensualmente o acorde al flujo económico de lxs miembros de las unidades de producción). Los beneficios de este modelo son que promueve la cultura de los ahorros y una gestión financiera planificada, y permite a lxs encargadxs del sistema estimar la disponibilidad de los fondos para conceder préstamos y garantizar la liquidez.

* En el próximo artículo de esta serie del blog, analizaremos cómo las cooperativas mejoran las condiciones de trabajo y el acceso a la protección social.